Las oficinas gubernamentales me hacen los mandados.


Subtitulado como: Rompe la seguridad del servidor.

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología apesta… y no lo digo yo, lo dicen los empleados de las diferentes áreas del órgano gubernamental. Esto se debe a un montón de circunstancias, desde los acostumbrados conflictos políticos, las relaciones de poder, la falta de presupuesto que se le ha otorgado desde la entrada de los gobiernos panistas, la ineficiente organización de algunos de sus departamentos, la fuerte carga de un sindicato que obstaculiza las labores en vez sólo de dignificar y proteger a los empleados, en fin, un sinnúmero de irregularidades.

Sin embargo la gota que ha derramado mi furia es la obstaculización de los medios para la investigación y la comunicación, resulta que desde hace días el consejo ha estado renovando los equipos de computo por unos nuevos, cosa aparentemente innecesaria pues la mayor parte de los empleados no requieren más allá de la paquetería de Office, el explorador de Internet y algunas herramientas administrativas no muy pesadas.

Foto tomada por Dieter Wimberger

Sin embargo el truco es sencillo, con el cambio de las computadoras viene también incluido un detector de registros y movimientos en cada equipo, no solo eso, sino que se estrena con ello un nuevo Proxy de seguridad totalmente inútil.

¿Qué es un Proxy? Se preguntaran algunos, la respuesta más sencilla nos da a entender a un Proxy como una herramienta de administración de permisos que organiza lo que se puede y lo que no se puede ver en una red.

La molestia con el Proxy no es gratuita pues se entiende que la restricción de contenidos en entidades de gobierno es necesaria para evitar la distracción de los empleados, hasta allí de acuerdo, pero cuando el Proxy te dice que no se puede entrar a sitios relacionados con Cultura, Ciencia, tecnología, transmisiones multimedia (de ningún tipo) es cuando algo comienza a marchar mal.

Nada como los ejemplos para aclarecer las cosas, digamos que desde CONACyT alguien requiere información de primera mano y recurre al museo Smithsoniano para consulta, entonces el Internet devolverá esta bonita pantalla:

Digamos que alguien quiere entrar a la casa de cultura XX/YY y el Internet nos dará de nuevo esto:

Digamos que necesitamos ver un video de declaración de cualquier cosa y no necesariamente de youtube, sino de donde sea, el resultado será el mismo…

Se pueden entender muchas cosas, pero si el órgano encargado de fomentar y difundir la ciencia y la tecnología en México no tiene acceso a contenidos de relevancia para sí mismo entonces he de decir que estamos en total decadencia.

No puedo más que maldecir al administrador de la red por una decisión tan tarada y al mismo tiempo lamentar la decisión que tomó la dirección del consejo para con sus empleados, es una acción no solamente innecesaria sino retrograda si se piensa en la naturaleza de donde se está aplicando la medida.


De todos modos para evitar esas molestias un servidor tiene la solución, si algún día se encuentran en una situación de internet restringido como esta (que igual aplica para escuelas o centros de trabajo) la herramienta a utilizar es My Office Proxy, una página de internet que mostrara su proxy en primera instancia anulando en de la red de donde nos encontremos, es decir, tendremos internet ilimitado y sin restricciones (aunque no logra aun transmitir contenido multimedia).

Una excelente opción para mandar al carajo las restricciones, aquí el link

My office Proxy

2 comentarios:

Zorro dijo...

Entiendo tu molestia, pero la restricción de contenido existe en todas las secretarías y órganos gubernamentales y en menor medida en el sector privado.

Recuerda que en este mundo todo se maneja con dinero y tiempos de ocio son tiempos perdidos lo que genera perdidas monetarias para las empresas... o trabajas o trabajas, muy triste en verdad.

Yo tampoco estoy muy de acuerdo, pero el enfoque informático que traigo me dan razones para avalar este tipo de medidas, pero nunca hay que exagerar (como muchas empresas lo hacen y aún en pleno siglo XIX siguen tratando a los empleados como esclavos.

Kuroi Tsuki dijo...

Al igual que tu tengo cierta aprovacion por las restricciones en las areas de trabajo, pero si estas restricciones afectan al desempeño de las loberes de los empleados solo tiene un nombre: Taradez