Hay lugares en la ciudad que merecen la pena ser visitados aunque no sean museos ni atracciones turísticas, estos lugares en si mismos tienen algo especial que no es publicitado, una esencia que cada persona debe conocer por si misma o en el mejor de los casos ser informada de voz a voz.
La farmacia Paris en el centro histórico es uno de esos lugares, recuerdo que cuando era niño mi madre iba allí y yo inevitablemente la tenia que acompañar, el lugar siempre estaba atestado de viejecitas pidiendo cosas muy raras y medicinas aun más extrañas. Era un lugar bastante vivo pero al mismo tiempo caótico, mercancía y gente corría de un lado a otro, personas gritando lo que necesitaban y empleados que recogían a toda prisa la mercancía por medio de unas bandas mecánicas muy misteriosas.
El tiempo ha pasado y más de 15 años de aquellas imágenes han transcurrido en la historia de ese lugar. Para el día de hoy, en una de esas caminatas sin rumbo, me reencontré con la dichosa farmacia, la curiosidad y la nostalgia no se hicieron esperar así que me aventuré a ver que había pasado con el antaño lugar.
Curioseé un poco y recorrí cada rincón posible de la farmacia, lo que me encontré fue a un montón de viejecitas pidiendo cosas muy raras y medicinas aun más extrañas. Un lugar bastante vivo pero al mismo tiempo caótico, mercancía y gente corría de un lado a otro, personas gritando lo que necesitaban y empleados que recogían a toda prisa la mercancía por medio de unas bandas mecánicas muy misteriosas… un momento, ¡es exactamente igual a hace 15 años!
Han pasado muchas cosas desde aquellos días de infancia, los modelos de trabajo de muchos lugares han cambiado para hacerse más eficientes, pero no en la Farmacia Paris, en ella la tradición es la única constante; la iluminación, el decorado, el mecanismo de compra y venta, el acomodo de los artículos y el sonido de las campanas de las clásicas cajas registradoras siguen siendo los mismos desde hace muchos, muchos años.
Así que la próxima vez que visiten el centro histórico de la ciudad de México no olviden pasar a la capsula del tiempo llamada Farmacia Paris, en verdad, al entrar el mundo se torna color sepia y el pasado cobra vida envolviéndonos en él.
Por si alguien no sabe donde esta aquí el un mapa tomado de su sitio oficial.
2 comentarios:
Nunca me había detenido a contemplar con esa visión dicha farmacia. Creo que he ido más de diez mil veces y siempre (como bien dices) sigue igual.
Cuando era niña siempre quisé saber qué demonios hay allá arriba, en aquella dirección que siguen, invariablemente, las dichosas "bandas misteriosas"; podría trabajar ahí por la sola curiosidad de subir algún día, a la mejor hay duendes, o algo asi, que congelan el tiempo o qué sé yo... Estaría genial no?
Espera...
Ahora que soy "adulta" (jaja me rio de mi misma) recuerdo que sólo trasladan medicamentos de arriba a abajo... De todos modos sería buena idea trabajar ahí para saber qué demonios hay naa? glup!
Saludos compañero!!
Es un lugar inmutable, eso sorprende y creo que es una parada obligadacuando eres chavito y te jalan las mamas por el centro jajaja.
Muchas gracias por tu coment.
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