En una reflexión sobre la tecnología, el uso del internet, el proceso de investigación y el eventual deseo de creación me encuentro con un muro de contradicciones en la misma naturaleza de un deseo humano.
Bastante enredada la entrada, pero de lo que quiero hablar es del internet y de su maravilloso poder que se convierte al mismo tiempo en algo aterrador ¿por qué? Bueno justamente porque me llegó la idea de un básico y prematuro ciberpunk en nuestros días ¿de qué demonios estoy hablando? Pues de la gran contemplación del todo absoluto mediante el uso de la red.Aquí mi prematura premisa: El Internet público abrió la primera gran puerta al ciberpunk, la juventud comienza a tener noción de que existe más información de la que un ser humano puede procesar y esto puede convertirse en una irremediable desolación ante la existencia, no por el hecho de contemplar el cúmulo de cosas que ha generado el hombre, sino por la incapacidad de creerse así mismo original, es decir, comienza a ejecutarse la idea de que todo está dicho y pensado. Los rasgos que antes identificaban a las personas como únicas, como personas diferentes del resto, como ideas aparentemente irrepetibles es anulada, las historias de vida son todas al mismo tiempo de carácter público, la vida misma pierde sentido al carecer de sorpresas al imposibilitarnos de ser los primeros en sentir, ver desear o cuestionar.
Allí la trampa, pequeña, aun prematura y bastantéate cuestionable, eso reza el ciberpunk más primitivo y eso al parecer nos muestra nuestra cotidianeidad si somos parte de la red en el 2009.DARÉ UN PREMIO A QUIEN ME PUEDA DECIR QUÉ TIENE QUE VER ESTA IMAGEN CON LO QUE ESTOY HABLANDO EN ESTE POST.
Como pista les puedo decir que es una ñoñada ochentera.
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